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Discurso 220110 - 1
Boca del Río, Ver. viernes, 22 de enero de 2010
VERSIÓN DEFINITIVA DEL DISCURSO DE BEATRIZ PAREDES RANGEL, PRESIDENTA DEL CEN DEL PRI, EN LA INAUGURACIÓN DE LA SEGUNDA REUNIÓN PLENARIA DEL GPPRI, EN LA LXI LEGISLATURA. EVENTO EFECTUADO EN BOCA DEL RÍO, VERACRUZ.
Señor licenciado Fidel Herrera Beltrán, Gobernador Constitucional del Estado de Veracruz;Señora Gobernadora del Estado de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco;Señores gobernadores del Estado de México, Hidalgo y Puebla, Enrique Peña Nieto, Miguel Osorio Chong, y Mario Marín Torres; Compañero presidente municipal del Heroico Puerto de Veracruz;Compañero líder del Congreso local;Compañero presidente del Comité Directivo Estatal del PRI;Amigas y amigos.Quiero en primer lugar dejar testimonio de respeto, de solidaridad, de compañerismo, con Francisco Rojas, nuestro coordinador, un conductor de la bancada en tiempos aciagos, que tiene el talento, la serenidad y la visión para consolidar que esta mayoría parlamentaria juegue un papel trascendente en la historia contemporánea de la República. Gracias Paco, tus compañeros diputados estamos contigo y vamos contigo.Todas las legislaturas son históricas, reflejan la circunstancia por la que atraviesa la vida del país en el momento de su integración, y las tensiones que sacuden a la sociedad que representan. Heterogeneidad social de nuestra patria, que en el crisol de la Cámara de Diputados levanta la voz y se eleva en el propósito de encontrar respuestas, en el propósito de salir adelante.Para el Partido Revolucionario Institucional, la LXI Legislatura tiene, sin embargo, una significancia especial: Es la Cámara de Diputados que realiza sus tareas en el marco de las conmemoraciones del Centenario y el Bicentenario del inicio de dos gestas que definieron a la nación mexicana, la Independencia y la Revolución. Nosotros los priistas, representamos el hilo de continuidad entre los ideales de Morelos y las reivindicaciones de justicia social de los adalides de 1910-1917. Somos miembros del partido que surgió como brazo político de quienes ganaron la Revolución Mexicana.Pero, para el PRI del siglo XXI, esta bancada es además altamente significativa porque proyecta la recuperación de nuestra corriente histórica, después de los reveses electorales de años recientes, y nos inscribe en la posibilidad de ser la fuerza definitoria de la tarea legislativa en la Cámara. A mí, me enorgullece formar parte de esta Legislatura, acompañar a este conjunto de hombres y mujeres valiosos, auténticamente representativos de la diversidad nacional y comprometidos en la construcción de mejores horizontes para nuestro pueblo, y de opciones viables para el desarrollo nacional.Tengo la certeza de que la LXI Legislatura cumplirá cabalmente con su responsabilidad con el país y a favor de las mayorías nacionales.Lo haremos, no obstante el desprestigio del Poder Legislativo, deterioro que no socava sólo a un conjunto de individuos, sino corroe la credibilidad de las instituciones de la democracia representativa. Con autocrítica promoveremos las reformas pertinentes para el mejor funcionamiento de la Cámara de Diputados, pero con visión de trascendencia defendemos la función legislativa y el papel del legislador en la actividad que dibuja el porvenir de una sociedad.La Cámara es el espacio que fomenta y posibilita acuerdos, es la síntesis de una realidad que en medio de contradicciones e intereses, es capaz de darse de manera civilizada, sobre los debates más álgidos, las leyes que rigen la convivencia del todo social en un Estado de Derecho.Por ello, no compartimos las reformas que debilitan al Poder Legislativo; por el contrario, creemos que una de las expectativas que generó la alternancia - frustrante esta, para la sociedad civil, por su inconsecuencia, - era la de propiciar un mayor equilibrio entre los poderes y un presidencialismo mucho más democrático, transitando, paulatinamente, a un régimen semipresidencialista, con mayor participación ciudadana.¿Ó, de qué se trata? ¿De cambiar el autoritarismo del régimen de partido hegemónico por un autoritarismo de nuevo cuño, con la “justificante” de poderes metaconstitucionales para restablecer la seguridad?¿Ó, de qué se trata? ¿De sustituir un régimen federalista incipiente por un centralismo nulificador de la creatividad y potencia de las entidades federativas, que libera la capacidad de nuestras regiones, so pretexto de la falta de transparencia?¿Ó, qué se pretende? ¿Relegar y enjuiciar las alianzas de los grupos revolucionarios, obreros, campesinos, de los sectores populares que convergieron para cambiar el orden de las cosas y establecer una sociedad más justa, para integrar alianzas coyunturales vergonzantes, donde los extremos que hace apenas tres años se negaban unos a otros, poniendo en riesgo la estabilidad política de México, hoy se buscan y coquetean, olvidando ideologías y principios, demostrando que el electorado mexicano les merece poco respeto?¿Ó, qué se busca, qué se pretende? ¿Polarizar al país generando falsos debates sobre los derechos civiles, cuestionando las libertades de las minorías, socavando los derechos de las mujeres, jugando perversamente con la idiosincrasia de un pueblo noble y generoso, exaltando odios, descalificaciones y rechazos, sembrando, pues, la división social? ¿De qué se trata?El presente de México requiere de una acción política mucho más seria y consecuente, que busque restablecer el tejido social resquebrajado por el desempleo y la pobreza; que impulse a la economía nacional para que los sectores productivos encuentren certezas y respaldos para su despliegue, en beneficio de todos; que enfrente a la inseguridad con la colaboración del conjunto. En el combate a la inseguridad, no hay participación honrada desdeñable o descalificable.Dividir, enfrentar, emponzoñar el ambiente del país y deteriorar la relación con quienes representan la fuerza mayoritaria, no es una fórmula inteligente. Ni siquiera es una fórmula, es un desatino.Compañeras y compañeros de partido. Al inicio de mi intervención reivindiqué nuestra estirpe independentista en el pensamiento de José María Morelos, y particularmente en esa síntesis prodigiosa que constituyen “Los Sentimientos de la Nación”; valoré nuestra raigambre revolucionaria, irrenunciable porque nos dio origen, razón de ser, y nos identifica. Que no se confundan. El PRI, en beneficio del equilibrio en el país, en el propósito de alentar la armonía social en una patria que ha sido asolada los últimos años por la polarización; repito, el PRI, en el espectro político del país, en beneficio de coadyuvar a la armonía social, en la búsqueda de cuidar la estabilidad institucional, ha jugado un rol de centro progresista democrático, con capacidad de diálogo y negociación con todas las fuerzas.Ese es nuestro rol político, porque creemos que el país ha estado hambriento de reconciliación, y porque no queremos ensanchar polarización que siembra divisiones, que devienen en fracturas infranqueables.Pero nuestro rol político, no renuncia a nuestro rol ideológico: nosotros, somos independentistas, nosotros compartimos los ideales de justicia social que no han caducado y que le dieron sentido y razón al brazo político de la Revolución Mexicana.Nosotros somos progresistas, y si me permiten reivindicar un concepto de un gran mexicano, Adolfo López Mateos, nosotros somos de izquierda dentro de la Constitución Mexicana.¡Que no se confundan los que dicen que no estamos definidos!Lo que no estamos, es haciéndole el juego a la polarización, lo que no estamos es coadyuvando a enfermar a la sociedad mexicana con el rechazo a los avances de los grupos sociales que demandan respeto a sus derechos civiles de cuarta generación, lo que no estamos es al servicio de intereses que afortunadamente la historia de México colocó en su lugar, y lo hizo, aquí, en Veracruz.Es momento no sólo de reivindicar nuestra estirpe independentista, nuestra raigambre revolucionaria, nuestra convicción política de cuidar la armonía, el diálogo con todas las fuerzas y la construcción progresista de la estabilidad del país, nuestra ideología de avanzada.Es momento, - y quién lo diría, a inicios del siglo XXI,- de reivindicar, sobre todo, nuestra estirpe liberal. Somos liberales, creemos en el Estado laico, somos juaristas, y aquí en Veracruz, donde en julio 7 de 1859, Don Benito Juárez, Manuel Ruiz, Melchor Ocampo y Miguel Lerdo de Tejada suscribieron, quiero reiterar y repetir lo que ellos plantearon, porque sigue siendo, y quién iba a decirnos, más de 150 años después, sigue siendo, porque las batallas siempre hay que darlas, ideario que tenemos que abanderar: Y cito: “El programa de lo que se intitula el Partido Liberal de la República, ….no es la bandera de una de esas facciones que en medio de las revueltas intestinas aparecen en la arena política para trabajar exclusivamente en provecho de los individuos que la forman, es el símbolo de la razón, del orden, de la justicia y de la civilización, a la vez que la expresión franca y genuina de las necesidades de la sociedad”.El PRI del siglo XXI mira al horizonte, tenemos capacidad de construir el porvenir que demanda la mayoría de nuestra patria, tenemos la fuerza, tenemos la cohesión, tenemos la historia, tenemos la herencia y tenemos la grandeza
Señor licenciado Fidel Herrera Beltrán, Gobernador Constitucional del Estado de Veracruz;Señora Gobernadora del Estado de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco;Señores gobernadores del Estado de México, Hidalgo y Puebla, Enrique Peña Nieto, Miguel Osorio Chong, y Mario Marín Torres; Compañero presidente municipal del Heroico Puerto de Veracruz;Compañero líder del Congreso local;Compañero presidente del Comité Directivo Estatal del PRI;Amigas y amigos.Quiero en primer lugar dejar testimonio de respeto, de solidaridad, de compañerismo, con Francisco Rojas, nuestro coordinador, un conductor de la bancada en tiempos aciagos, que tiene el talento, la serenidad y la visión para consolidar que esta mayoría parlamentaria juegue un papel trascendente en la historia contemporánea de la República. Gracias Paco, tus compañeros diputados estamos contigo y vamos contigo.Todas las legislaturas son históricas, reflejan la circunstancia por la que atraviesa la vida del país en el momento de su integración, y las tensiones que sacuden a la sociedad que representan. Heterogeneidad social de nuestra patria, que en el crisol de la Cámara de Diputados levanta la voz y se eleva en el propósito de encontrar respuestas, en el propósito de salir adelante.Para el Partido Revolucionario Institucional, la LXI Legislatura tiene, sin embargo, una significancia especial: Es la Cámara de Diputados que realiza sus tareas en el marco de las conmemoraciones del Centenario y el Bicentenario del inicio de dos gestas que definieron a la nación mexicana, la Independencia y la Revolución. Nosotros los priistas, representamos el hilo de continuidad entre los ideales de Morelos y las reivindicaciones de justicia social de los adalides de 1910-1917. Somos miembros del partido que surgió como brazo político de quienes ganaron la Revolución Mexicana.Pero, para el PRI del siglo XXI, esta bancada es además altamente significativa porque proyecta la recuperación de nuestra corriente histórica, después de los reveses electorales de años recientes, y nos inscribe en la posibilidad de ser la fuerza definitoria de la tarea legislativa en la Cámara. A mí, me enorgullece formar parte de esta Legislatura, acompañar a este conjunto de hombres y mujeres valiosos, auténticamente representativos de la diversidad nacional y comprometidos en la construcción de mejores horizontes para nuestro pueblo, y de opciones viables para el desarrollo nacional.Tengo la certeza de que la LXI Legislatura cumplirá cabalmente con su responsabilidad con el país y a favor de las mayorías nacionales.Lo haremos, no obstante el desprestigio del Poder Legislativo, deterioro que no socava sólo a un conjunto de individuos, sino corroe la credibilidad de las instituciones de la democracia representativa. Con autocrítica promoveremos las reformas pertinentes para el mejor funcionamiento de la Cámara de Diputados, pero con visión de trascendencia defendemos la función legislativa y el papel del legislador en la actividad que dibuja el porvenir de una sociedad.La Cámara es el espacio que fomenta y posibilita acuerdos, es la síntesis de una realidad que en medio de contradicciones e intereses, es capaz de darse de manera civilizada, sobre los debates más álgidos, las leyes que rigen la convivencia del todo social en un Estado de Derecho.Por ello, no compartimos las reformas que debilitan al Poder Legislativo; por el contrario, creemos que una de las expectativas que generó la alternancia - frustrante esta, para la sociedad civil, por su inconsecuencia, - era la de propiciar un mayor equilibrio entre los poderes y un presidencialismo mucho más democrático, transitando, paulatinamente, a un régimen semipresidencialista, con mayor participación ciudadana.¿Ó, de qué se trata? ¿De cambiar el autoritarismo del régimen de partido hegemónico por un autoritarismo de nuevo cuño, con la “justificante” de poderes metaconstitucionales para restablecer la seguridad?¿Ó, de qué se trata? ¿De sustituir un régimen federalista incipiente por un centralismo nulificador de la creatividad y potencia de las entidades federativas, que libera la capacidad de nuestras regiones, so pretexto de la falta de transparencia?¿Ó, qué se pretende? ¿Relegar y enjuiciar las alianzas de los grupos revolucionarios, obreros, campesinos, de los sectores populares que convergieron para cambiar el orden de las cosas y establecer una sociedad más justa, para integrar alianzas coyunturales vergonzantes, donde los extremos que hace apenas tres años se negaban unos a otros, poniendo en riesgo la estabilidad política de México, hoy se buscan y coquetean, olvidando ideologías y principios, demostrando que el electorado mexicano les merece poco respeto?¿Ó, qué se busca, qué se pretende? ¿Polarizar al país generando falsos debates sobre los derechos civiles, cuestionando las libertades de las minorías, socavando los derechos de las mujeres, jugando perversamente con la idiosincrasia de un pueblo noble y generoso, exaltando odios, descalificaciones y rechazos, sembrando, pues, la división social? ¿De qué se trata?El presente de México requiere de una acción política mucho más seria y consecuente, que busque restablecer el tejido social resquebrajado por el desempleo y la pobreza; que impulse a la economía nacional para que los sectores productivos encuentren certezas y respaldos para su despliegue, en beneficio de todos; que enfrente a la inseguridad con la colaboración del conjunto. En el combate a la inseguridad, no hay participación honrada desdeñable o descalificable.Dividir, enfrentar, emponzoñar el ambiente del país y deteriorar la relación con quienes representan la fuerza mayoritaria, no es una fórmula inteligente. Ni siquiera es una fórmula, es un desatino.Compañeras y compañeros de partido. Al inicio de mi intervención reivindiqué nuestra estirpe independentista en el pensamiento de José María Morelos, y particularmente en esa síntesis prodigiosa que constituyen “Los Sentimientos de la Nación”; valoré nuestra raigambre revolucionaria, irrenunciable porque nos dio origen, razón de ser, y nos identifica. Que no se confundan. El PRI, en beneficio del equilibrio en el país, en el propósito de alentar la armonía social en una patria que ha sido asolada los últimos años por la polarización; repito, el PRI, en el espectro político del país, en beneficio de coadyuvar a la armonía social, en la búsqueda de cuidar la estabilidad institucional, ha jugado un rol de centro progresista democrático, con capacidad de diálogo y negociación con todas las fuerzas.Ese es nuestro rol político, porque creemos que el país ha estado hambriento de reconciliación, y porque no queremos ensanchar polarización que siembra divisiones, que devienen en fracturas infranqueables.Pero nuestro rol político, no renuncia a nuestro rol ideológico: nosotros, somos independentistas, nosotros compartimos los ideales de justicia social que no han caducado y que le dieron sentido y razón al brazo político de la Revolución Mexicana.Nosotros somos progresistas, y si me permiten reivindicar un concepto de un gran mexicano, Adolfo López Mateos, nosotros somos de izquierda dentro de la Constitución Mexicana.¡Que no se confundan los que dicen que no estamos definidos!Lo que no estamos, es haciéndole el juego a la polarización, lo que no estamos es coadyuvando a enfermar a la sociedad mexicana con el rechazo a los avances de los grupos sociales que demandan respeto a sus derechos civiles de cuarta generación, lo que no estamos es al servicio de intereses que afortunadamente la historia de México colocó en su lugar, y lo hizo, aquí, en Veracruz.Es momento no sólo de reivindicar nuestra estirpe independentista, nuestra raigambre revolucionaria, nuestra convicción política de cuidar la armonía, el diálogo con todas las fuerzas y la construcción progresista de la estabilidad del país, nuestra ideología de avanzada.Es momento, - y quién lo diría, a inicios del siglo XXI,- de reivindicar, sobre todo, nuestra estirpe liberal. Somos liberales, creemos en el Estado laico, somos juaristas, y aquí en Veracruz, donde en julio 7 de 1859, Don Benito Juárez, Manuel Ruiz, Melchor Ocampo y Miguel Lerdo de Tejada suscribieron, quiero reiterar y repetir lo que ellos plantearon, porque sigue siendo, y quién iba a decirnos, más de 150 años después, sigue siendo, porque las batallas siempre hay que darlas, ideario que tenemos que abanderar: Y cito: “El programa de lo que se intitula el Partido Liberal de la República, ….no es la bandera de una de esas facciones que en medio de las revueltas intestinas aparecen en la arena política para trabajar exclusivamente en provecho de los individuos que la forman, es el símbolo de la razón, del orden, de la justicia y de la civilización, a la vez que la expresión franca y genuina de las necesidades de la sociedad”.El PRI del siglo XXI mira al horizonte, tenemos capacidad de construir el porvenir que demanda la mayoría de nuestra patria, tenemos la fuerza, tenemos la cohesión, tenemos la historia, tenemos la herencia y tenemos la grandeza
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